¿Sentís que por más que logres cosas, no te alcanza? ¿Que si no hacés todo perfecto, no vale?
Tal vez no sea falta de esfuerzo, sino falta de confianza en tu capacidad.
Hoy hablamos de la autoeficacia, ese combustible invisible que impulsa nuestros logros… o los sabotea si no lo reconocemos.